El uso de plasma rico en plaquetas (PRP) es una técnica revolucionaria en la medicina regenerativa, particularmente para el tratamiento de lesiones y enfermedades articulares. Este enfoque terapéutico aprovecha el poder de las células y factores de crecimiento presentes en las plaquetas de la sangre del paciente para acelerar la curación y regeneración de tejidos. A continuación, exploramos los beneficios específicos del PRP para las articulaciones, las rodillas y los hombros.
El PRP se obtiene mediante la extracción de una muestra de sangre del paciente, que luego se centrifuga para concentrar las plaquetas ricas en factores de crecimiento. Estas plaquetas son inyectadas en la zona afectada para promover la reparación y regeneración de los tejidos dañados.
El PRP es especialmente beneficioso para pacientes con osteoartritis, tendinitis, lesiones de ligamentos y otros problemas articulares degenerativos.
La rodilla es una de las articulaciones más complejas y susceptibles a lesiones debido a su papel en soportar el peso del cuerpo y permitir una amplia gama de movimientos.
Los pacientes generalmente comienzan a notar una reducción del dolor y una mejora en la función de la rodilla dentro de unas pocas semanas después del tratamiento. Los beneficios pueden durar varios meses, y algunos pacientes pueden requerir inyecciones repetidas.
El hombro es una articulación muy móvil y, por lo tanto, propensa a una variedad de lesiones, como la tendinitis del manguito rotador, la bursitis y la osteoartritis.
Los efectos del PRP en el hombro pueden ser observados en unas pocas semanas, con una reducción significativa del dolor y una mejora en la función y movilidad del hombro. Al igual que con las rodillas, algunos pacientes pueden necesitar tratamientos adicionales para mantener los resultados.